En septiembre de 1886, Sherlock Holmes y su compañero, el doctor John H. Watson, llegaron a Pontevedra, invitados por la Sociedade Recreo de Artesáns para dar una conferencia en el marco de un ciclo sobre el crimen, al que también asistieron, entre otros, Auguste Dupin. invitado. Una de las principales razones que llevaron a Holmes a aceptar realizar el viaje es que en la localidad de Lérez podría asistir a un concierto del violinista Pablo Sarasate.
Pero el mismo día de la conferencia se le presenta un caso de investigación: el violín Stradivarius de 1724 ha desaparecido. Utilizando su método de razonamiento deductivo, llega a la conclusión de que el instrumento no fue robado, sino que se encontraba escondido en la habitación del violinista. Sin embargo, queda un tanto perturbado porque no descubre que quien lo ocultó era una mujer.
La obra se presenta como un relato en primera persona escrito por el propio Dr. John H. Watson. El manuscrito estuvo en posesión de su familia hasta 100 años después de ser escrito, para evitar su publicación mientras aún hubiera personas vivas presentes en la historia. El texto fue enviado al Ayuntamiento de Pontevedra por la familia del doctor Watson, que había dispuesto su publicación en dicha localidad y luego en Londres. El Ayuntamiento lo remitió a la "Sociedad Holmesiana de Pontevedra" (que presidían, según el autor, Marcial Gondar Portasany, Xosé Agrasar Muíños, Serxio Portela Campos, Alfonso Díaz Andrés, Ian Emmett y Fernando R. García Fernández), que fue la responsable de su publicación, pero ésta no se llevó a cabo hasta el año 2001 debido a una duda sobre cuándo debía publicarse.
El 13 de Abril de 2002, cuando salió a la venta el libro, el periódico La Voz de Galicia publicó una entrevista al autor Alberto Fortes, que reproduzco a continuación:
«Seguro que a Sherlock Holmes le hubiera gustado la Pontevedra de 1886»
María Conde entrevista a Alberto Fortes, escritor que recupera al famoso detective británico en la obra «O violín de Sarasate» A Alberto Fortes le gusta la aventura. Cuando todavía tiene fresco el ensayo sobre los piratas y corsarios de las Rías Baixas, se pasa ahora a la novela policíaca. Y para ello se ha servido de uno de los detectives más célebres y famosos de la historia, nada menos que Sherlock Holmes, a quien sitúa en la Pontevedra de 1886 para resolver el caso del robo del violín de Pablo Sarasate. Fortes es un auténtico fan del británico, del que se ha leído todos sus casos. Pero al margen de la intriga, la nueva obra de este joven autor retrata casi miméticamente la Pontevedra de finales del siglo XIX: sus tiendas, sus cafés, sus veladas músico-literarias...
El caso de O violín de Sarasate transcurre en septiembre de 1886, cuando el prestigioso músico viene a dar un concierto a Pontevedra. Casualmente, Sherlock Holmes también está en la ciudad, invitado para dar una conferencia. Como no podía ser de otra forma, Holmes se ve inmerso en la investigación del robo del violín de Sarasate, su autor preferido. -No es la primera vez que estos dos personajes se encuentran. ¿Conocía el antecedente de «La aventura del quinteto inacabado»? -Sí, en esa obra es el violinista quien asesina a la pianista lanzándole una púa envenenada desde las cuerdas del violín. Pero a mí lo que me interesaba era trasladar a Sarasate a Pontevedra. Él tuvo mucha relación con esta ciudad. Aprendió aquí solfeo con un sastre que se llamaba Casas Vellas y estuvo viviendo en Pontevedra desde pequeño, porque su padre era el director de la Banda de Música del Regimiento de Aragón, con el que estuvo destinado en la ciudad.
¿Por qué decidió unir de nuevo a ambos personajes? -Bueno, por el doctor Watson sabemos que Sherlock no sólo era un amante del violín, sino que su violinista preferido era Sarasate. En muchos casos sale Sarasate, como por ejemplo en La liga de los pelirrojos.
Para presentar el libro invitó a la Sociedad Holmesiana de Lancashire y usted pertenece a la de Pontevedra. ¿Hay relación entre ambas? -En realidad, la de Pontevedra no existe como tal. Sí existe un grupo de gente que nos reunimos y discutimos sobre temas y detalles relacionados con los casos de Holmes. Yo conocía a Ian Emmett, de la Sociedad de Lancashire, cuando estuvo en Pontevedra en los 80. Y le volví a encontrar en el mítico 221 de Baker Street de Londres, antes un pub y ahora un restaurante, que es el «museo» de Holmes. Entonces, no es que las dos sociedades mantengan una relación, pero sí tenemos contacto personal.
¿Se ha leído todas las aventuras de Holmes? -Sí, los 56 casos cortos y cuatro novelas. Es lo que llaman «el canon de Conan». Luego hay muchas obras apócrifas. En el caso de este libro, me interesaba mezclar realidad y ficción. -¿Y cómo lo ha plasmado? -Además de la investigación, el libro recrea la vida de Pontevedra en 1886: las tertulias, los conciertos. Pablo Sarasate vino varias veces y tocó en el año 1896. Todos los detalles de Pontevedra son exactos, las tiendas, los periódicos, los cafés e incluso los violinistas que tocaban en ellos. Había gente muy interesante que escribía, como Torcuato Ulloa e Indalecio Armesto y también había sociedades que organizaban veladas músico-literarias.
¿Cabría un personaje como Holmes en la Pontevedra de entonces? -Sí, claro que sí, porque era una persona curiosa. A Holmes le hubiera gustado la Pontevedra de esa época, porque el tipo de vida era muy parecido, y la ciudad muy británica. Se encontraba muy a gusto.
¿Ha seguido el perfil del detective o ha añadido algún elemento ? -Es totalmente fiel, sino, perdería toda la credibilidad. Incluso feché la obra en septiembre de 1886 porque en ese mes no existen otros casos.
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