Desde hace mucho tiempo, Sherlock Holmes, contratado secretamente por el Presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel, ha estado investigando el caso del infame Jack el Destripador. Él confirmó que:
●Jack es el diminutivo de Jacobo, un nombre judío.
● A Jack no le gustaba atacar durante la primavera y el verano.
● Jack tenía menos de treinta años, ojos marrones y no era médico ni cirujano.
● Este asesino no trabajaba solo. Al principio, su banda estuvo conformada por niños de calle.
● También estaba apoyado por informantes, periodistas, un oficial de la policía y un miembro de la familia real.
● Las dos primeras cartas fueron escritas por un reportero, cómplice de Jack, mientras que la tercera sí es del puño y letra del propio Jack.
Aunque Holmes sabe quién es Jack y quiénes son los principales miembros de su organización, en abril de 1891, se estaba enfrentando al profesor Moriarty, y cuando obtiene la prueba definitiva que imputa a Jack y se la presenta a su cliente, debido a un acuerdo de confidencialidad, y que Jack fue detenido, no puede compartir su información con las autoridades ni revelar la verdad al público.
Varios años después, entran en juego otros intereses, por lo que Sherlock Holmes queda autorizado para trabajar con Scotland Yard y la oficina del servicio secreto, y cerrar este caso. En ese sentido, a principios de 1906, Holmes convoca a Watson para que lo acompañe, aspirando interrogar a Jack y darle punto final a esta investigación.
No obstante, parece que tanto el Comité de Vigilancia de Whitechapel y Scotland Yard ya sabían quién era Jack, pero su objetivo era desaparecerlo, sin que los ciudadanos conocieran su verdadera identidad…
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