Los lectores constantes sabéis de sobra que hay ciertas licencias que dan para mucho. O que lo están dando con el paso de los años. Algunas continuaciones o ideas para bien, y otras no tanto. La cuestión está en ser selectivo. No obstante, con ciertas licencias o personajes, si lo piensas, es muy difícil hacerlo bien por que ya el autor original lo bordó hasta los cimientos de lo imaginable. Pero ni que decir tiene que el mundo del noveno arte cuenta con un poder considerable en este tema. Y si somos más específicos, exactamente la “bande dessinée” es un plus más para lo que quiero decir. La bellísimas ilustraciones con las que cuenta dan un empuje mayoritario a la historia que se pretende contar. Un ejemplo claro de esto lo puedes ver en Los Nuevos Casos de Sherlock Holmes, del magnífico tandem galo-italiano que forman Roger Seiter y Giuseppe Manunta. Un tomo de cómic europeo con la calidad que nos acostumbra a traer Yermo Ediciones, un tomo que presenta un precio genial si tienes en cuenta que en su interior cuenta con tres sendos casos detectivescos la mar de interesantes. Tres nuevos casos de este Sherlock Holmes, personaje que como siempre se las trae.
En primer lugar, visitar el castillo de Haut-Koenigsbourg. ¿Qué hay más intrigante para el aficionado al residente de la calle 221B de Baker Street que llevarlo de viaje, a una trama en el castillo que aparece en una de las postales más tradicionales de viajes que se venden en Francia? Una historia cautivadora, con un escenario tremendamente bien ilustrado y evocador, que si por un casual conocéis, os evocará un tremendo recuerdo de los rincones destacados que se mencionan. El castillo de Haut-Koenigsbourg se encuentra en el término municipal de Orschwiller, en la comunidad de la Alsacia francesa. Por si no lo conocéis, es uno de los lugares más visitados del país galo.
Nos vamos directamente a principios del siglo XX, con Europa al borde de la guerra, los servicios de espionaje se preguntan por qué el emperador de Alemania ha emprendido la restauración de dicho castillo. Guillermo II invierte poder y energía en tomar tierras preciosas de Francia. Es obvio el interés que parece mostrar por la Alsacia, aunque quizás haya detrás ciertos proyectos oscuros… ¿Por qué ahora la pasión por esta gran edificación en ruinas? Y sobre todo, ¿por qué lo quiere ahora y desde que se inaugura el edificio, recibe secretamente a su personal allí? Sherlock Holmes se había alejado del crimen y sus misterios, por un tiempo. Tanta presión en los últimos casos, le pudo. Pero este nuevo misterio que tiene en vilo a medio continente, le obliga a reanudar el servicio. El detective más famoso de todos los tiempos llega a la enorma ciudadela. ¿Qué está pasando entre el emperador, el arquitecto, el sombrerero, el legado del Papa y el bello historiador? Un territorio que se convierte desde su entrada en un verdadero tablero de ajedrez por desenmarañar.
Después de El Misterio de Haut-Koenigsbourg se presenta el Caso 2: Encuentro en Estrasburgo. Que nos situa en Bruselas, en 1891. Un telegrama informa a Sherlock Holmes que el profesor Moriarty está promocionando un encuentro con los criminales más importantes de Europa. Holmes deduce junto a Watson que posiblemente el lugar elegido sea Estrasburgo. Una idea autentica que ya contó Sir Arthur Conan Doyle en su relato El Problema Final. Aun así, queda una maravillosa obra ilustrada, de una movida noche con secuestros, enfrentamientos y algunas sorpresas que dejarán a más de un fan con el culo torcido. Con una escena final en las cataratas del Reichenbach, digna para el recuerdo.
El tercer caso es El Enigma del Jodhpur. Donde se cuenta como la señorita Irene Adler está preocupada ya que desde hace varios meses no tiene noticias de su marido, Godfrey Norton, quien fue a la India para ayudar a su amigo Ashton Jenner. La ambición de este último era construir una línea ferroviaria en el norte de la India. Una región muy sensible, donde quizás la ayuda de su antiguo camarada convertido en abogado sirviera para algo. Por desgracia, los dos hombres han desaparecido. Irene llama a Sherlock Holmes. El detective no resiste la oportunidad de ayudarla ya que ella también le ayuda con sus problemas amnésicos. Así que deciden embarcarse, bajo una identidad falsa, a bordo del Jodhpur para tratar de ver más claramente qué ocurre y rastrear a los dos hombres desaparecidos.
Esta tercera entrega de Sherlock Holmes es una buena alternativa a los títulos más o menos modernizados que florecen en torno a un personaje emblemático de la literatura. Un álbum masterizado cuyo clasicismo es de primera calidad.
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