Penguin pone a la venta el 23 de Noviembre esta edición conmemorativa en tapa dura e ilustrada de Las Aventuras de Sherlock Holmes en el 125 aniversario de su primera publicación.
Existen algunos personajes de ficción cuyos gestos, comportamientos y palabras nos resultan tan previsibles como los de nuestros familiares o amigos. Parece como si los conociéramos de la vida, y no de la literatura y el cine. Los reconocemos incluso aunque no hayamos leído sus andanzas ni entrado en su mundo. Elemental, podría decir un famoso detective: son ellos los que han entrado en el nuestro. Sherlock Holmes es uno de esos personajes. Su fama ha sido capaz de trascender el tiempo y las fronteras.
Sherlock Holmes había dado ya muestras de su genio en " Estudio en Escarlata " y en " El signo de los cuatro " , pero los lectores no se dieron cuenta de su genialidad. Entonces a Conan Doyle —¿a Watson?— se le ocurrió la brillante idea de pasear al detective por una serie de relatos cortos. Empezó publicándolos en la revista " Strand " en julio de 1891. En octubre, cuando solo se habían publicado tres historias, los editores le imploraban más aventuras de Holmes, el público agotaba las ediciones y Doyle subía sus tarifas. La presión del público era tal que antes de terminar los doce relatos que componen este volumen, el autor empezó a acariciar la idea de acabar con su criatura.
Los más increíbles casos de este famoso detective son narrados aquí por el que sería su inseparable amigo y ayudante y por algún tiempo su compañero de apartamento el Dr. James Watson. Sus dramáticas historias, llenas de suspenso, emoción y misterio son reveladas en este libro, haciéndonos delirar de asombro y admiración por su atinado ojo para encontrar pistas, sus inusuales tácticas y su fina capacidad intelectual para deducir e interpretar la información que le llegaba a sus manos; que le permitían seguir el rastro que lo conducirán a perseguir y atrapar a los más peligrosos criminales que estaban decididos a hacer daño, a engañar y aprovecharse de los incautos ciudadanos de una época llena de esplendor y al mismo tiempo impregnada de un ambiente casi medieval de inocencia y tolerancia por parte de las autoridades policiales de ese tiempo en Inglaterra.
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