La pesquisa era el oficio de Sherlock Holmes. Adoptó las últimas técnicas forenses, canalizó la pasión victoriana por la indagación, se mantuvo al día de los principales avances científicos de su época y llevó a cabo sus investigaciones de forma enigmática y elegante.
El cerebro de todo ello fue, por supuesto, su creador, sir Arthur Conan Doyle. Pero ¿de dónde sacó Doyle la inspiración para Holmes? En esta detallada exposición de los mundos de Sherlock Holmes, Andrew Lycett da vida al gran detective rastreando sus orígenes e influencias, su labor, su carácter y su perdurable legado.
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