Sherlock recibe de su Majestad la orden real de atrapar al Señor del Crimen. Sherlock tratará de salvar a William, al que considera su amigo inigualable, pero William lo que desea es terminar la purga del Imperio Británico por medio de su propia muerte, con lo que la historia de Moriarty se acerca firmemente a su final.
Cuando se cruzan los deseos más profundos del corazón del Señor del Crimen con los del gran detective, el problema final llega a su última etapa en una ciudad de Londres. ¡que está siendo pasto de las llamas!
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