Una serie de asesinatos comienzan a ser notorios durante el otoño de 1888, en el distrito de Whitechapel, al este de ciudad, los cuerpos mutilados de prostitutas reflejan la barbarie de los crímenes. Las fuerzas del orden se ven ridiculizadas por las acciones del desquiciado asesino. A pesar de no estar oficialmente en el caso, Sherlock Holmes decide intervenir, en parte por la insistencia de su amigo y compañero el Dr. Watson, quien por el comportamiento de Holmes, termina perturbado por un oscuro pensamiento.
El fracaso de un plan para capturar al asesino, hace que Holmes se dedique a identificar al “Destripador de Whitechapel”, pero esto le toma su tiempo. Luego de una extenuante investigación y de violar algunas leyes, logra identificarlo. Una emboscada puesta por el asesino los coloca por primera vez frente a frente, comenzando así un interminable juego del gato y del ratón, sin roles definidos. La persecución del delincuente se torna en extremo peligrosa, por lo que Holmes tiene que valerse de todas sus habilidades para poner fin a los terribles actos del desquiciado, haciendo que durante esta aventura se mantenga Tras la Sombra del Destripador.
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